Los aceites esenciales son la mezcla de varias sustancias biosintetizadas por las plantas, causantes del aroma característico de algunas flores, arboles frutos, hierbas, especias y semilla. Son productos intensamente aromáticos, no grasos (por lo que no se enrancian) volátiles por naturaleza (se evaporan rápidamente) y livianos, poco densos e insolubles en agua y solubles en alcohol, grasa, ceras y aceites vegetales.
Por sus diversas propiedades: antibióticas, antiinflamatorias, antisépticas, regeneradoras celular, relajantes…son ideales para utilizar a nivel tópico…
Cuando se inhala un aroma, las moléculas del olor a través del bulbo olfativo, llegando al sistema límbico (donde se almacena la memoria emocional). El sistema límbico está conectado directamente con las partes del cerebro que controlan la frecuencia cardiaca, presión arterial, respiración, memoria, los niveles de estrés y el equilibrio hormonal.
Los olores tienen un gran efecto inconsciente en el estado de ánimo y en los recuerdos. Nuestro cuerpo elabora endorfinas cuando el sentido del olfato se halla estimulado por aromas que nos resultan agradables.
El ser humano recuerda el 35% de los olores que huele frente al 5% de los recuerdos que ve.